¿Es posible ofrecer estos zumos y que nos merezca la pena?
Todos sabemos que un zumo es el jugo que se obtiene al exprimir o triturar una fruta o vegetal. Son muy valorados por las vitaminas que pueden aportar a nuestro organismo.
Claro, esa cantidad de vitaminas es superior cuando hablamos de batidos que se hacen justo al momento de consumirse, además de que estarían libres de conservantes artificiales a diferencia de los de bote.
En hostelería, solemos trabajar con distintas marcas de zumos comerciales que resultan muy agradables en sabor pero que son eso, bebidas procesadas sobre las que no tenemos ningún tipo de influencia a la hora de elaborarlas a gusto del cliente.
Buscando algo diferente, hace más de 3 años que descubrimos el mundo de los Smoothies. Batidos que pueden combinar distintos tipos de frutas y vegetales y que además tienen una textura más compacta (espesa) que los clásicos zumos.
La idea de ofrecerlos pintaba muy bien y empezamos a buscar distintas recetas para Smoothies que pudiéramos vender en el bar. Encontramos infinidades y todas (o casi) muy ricas.
Nos pusimos en ello. Lista en mano fuimos al súper para comprar un poquito de cada fruta y vegetal para probarlas.
Servir batidos naturales preparados al momento, un plus para el bar
¡Molaba la idea sí! .
Pero ese entusiasmo que traíamos de incluir en carta algo distinto, poco a poco se fue perdiendo por lo siguiente:
- Perdías mucho tiempo pelando, lavando y cortando la fruta o los vegetales. Probamos anticiparnos congelando en bolsitas (como toda la vida), pero en muchos casos el producto se oxidaba igualmente (que se pochaba).
- Teníamos dificultades para conseguir las mismas frutas durante todo el año y donde las había, los precios por las nubes.
En fin, cuando te ponías a sacar cuentas, no te compensaba el tiempo y el dinero invertido. Nos resignamos a seguir con los típicos zumitos de botella a los que le ganas como mucho 1€, aunque es cierto que no tienes que hacer nada, entregarlos al cliente y ala, que se lo beba.
Pero te queda la espinita. Fue cuando “descubrimos” el IQF (Individual Quick Freezing) o lo que es lo mismo, congelación rápida de manera individual.
Y con ello, distintas marcas de frutas congeladas que ya venían empacadas en porciones perfectas y distintos sabores para preparar Smoothies.
¡BINGO! Esto era lo que nos hacía falta, pero ¿serían naturales de verdad?, ¿mantendrían el sabor de la fruta o sería como comerte un Calippo? ¿serían tan sencillos de elaborar?
Pues no había de otra. Nos lanzamos a pedir a distintas casas (bueno tampoco hay tantas en España) para ver que tal resultaban.
Tuvimos la decisión muy clara, la mejor marca de Smoothies definitivamente era Peakjuice. Su calidad, facilidad de preparación, sabor, amplia fecha de caducidad y precio, nos engancharon enseguida y lo siguen haciendo hoy como el primer día.
3 años después… ¡podemos decir que dimos en el clavo!
La innovación para nuestro bar al incluir los Smoothies en el menú fue brutal. Ha tenido una captación inesperada, al punto de que la gente nos reconoce como el bar de los batidos. Tan inesperado fue que pensábamos (ingenuos), que con una batidora y 10 o 12 jarras como estas para servirlos sería suficiente… ¡que vaa!
Tuvimos que hacernos con un par de congeladores más, 3 nuevas batidoras y decenas de vasos hasta para llevar.
Y es que tenemos días de vender 40 y 50 Smoothies, una locura.
Por cierto, si quieres una recomendación personal en cuanto a esas batidoras, te diremos que estas son las que mejor nos han funcionado por su relación calidad/precio (las rentabilizas enseguida) y por su durabilidad.
Esto por supuesto, nos hizo confiar tanto en la marca y su mercancía que casi a la par de empezar a venderlos al público en el local, los empezamos a distribuir a toda la Península.
Comprendimos la necesidad de los clientes por hallar algo distinto en el bar de siempre. También entendimos que los hosteleros debemos brindar esa oportunidad con productos que nos resulten viables económicamente. Y este producto es perfecto.
Si te animas a probarlos es tu negocio, estamos convencidos de que te funcionaran tanto o más que a nosotros. Y ¿Por qué no? si al fin y al cabo no hemos hecho nada especial más que ofrecer, a quienes nos visitan, una bebida que sabemos que le encantara, que no puede comprarla en el super y ni tan siquiera prepárasela en casa todo el tiempo.